Páginas

6 de noviembre de 2011



IMPACTO DEL INMACULADO CORAZON


“La Fe mueve montañas”
“Ser más que vencedores”

ORACIÓN

(Tomen la Biblia en sus manos y reciten la siguiente oración)

Esta es mi biblia, soy todo lo que dice que soy, tengo todo lo que dice que tengo, puedo hacer todo lo que dice que puedo hacer. Hoy recibiré la palabra de Dios, confieso que mi mente está alerta, mi corazón esta receptivo. Nunca más seré igual. Estoy a punto de recibir la incorruptible e indestructible siempre viva semilla de la palabra de Dios. Nunca más seré igual. Nunca, nunca, nunca, nunca más seré igual en el nombre de Jesús. Amén.


HEBREOS 11,1

Esa es la Fe tan sencillo pero tan complicado, es tener la certeza, no es decir: “Que así sea” que decir: “Así es”, no suena en ningún momento igual, suena tan diferente.

Tener Fe en las cosas cotidianas, nuestra vida esta más movida por las cosas cotidianas y tenlo por seguro que nosotros vamos al supermercado y vamos a buscar un producto y queremos que este en descuento y me voy con la fe y la certeza de que así es, porque a Dios le interesa más la leche y el pan que ve en nuestra mesa y es la manera de consentirnos de demostrarnos que Él aun nos ama, por eso es la certeza de los que se espera, la convicción en lo que no se ve: “No te veo Madre pero te puedo sentir”, me voy con la seguridad y la certeza de que está en su descuento.

Porque el Señor dice que Él es tan cuidadoso pero tan cuidadoso de las aves del cielo y de las flores del campo, tan cuidadoso es el Señor que cuenta hasta el número de cabellos  que cada día se caen de nuestra cabeza que ya en algunos ni los cuenta porque ya tiene el número.

Es Dios que está enamorado de sus hijos porque son su creación, porque cada uno de nosotros somos su creación y por eso hay en algunos momentos nuestro desliz, venimos en contra de la vida y le maldecimos a Dios y le decimos que Él no existe y el Señor nos dice que él está enamorado de sus hijos, Dios está enamorado de cada uno de nosotros. Es un Dios que nos quiere, es un Dios que se preocupa mucho por cada uno de nosotros, es un Dios que quiere darnos a manos llenas y como lo dice mi amiguito San Gabriel Arcángel: hasta Él presta sus sacos para que ustedes se pueda llevar todo, para que se pueda llevar toda la bendición que Él tiene para nosotros, pero nosotros como siempre “somos tan generosos, tan bondadoso con Dios, por eso nos llevamos tan poquita parte de la bendición que Dios quiere para cada uno de nosotros”

Dios quiere de cada uno de nosotros una fe que pueda mover montañas, no una fe solamente para lo cotidiano en lo cual estamos rodeados, que el recibo del agua no llegue tan caro, que el recibo de la luz no se suba, no cocinemos mas en casa porque nos llega más caro el recibo del gas, sino una fe que mueva montañas, hoy Dios quiere en ustedes hijos de Dios una fe que pueda mover montañas y no se queden en lo cotidiano de siempre, sino una fe que rompa, una fe que destruya, una fe genuina, una fe eficaz, una fe creyendo, como cuando Santo Tomas en el día de la resurrección de Jesús: “ hasta no ver, no creer”, Dios no quiere esta fe, Dios quiere una fe de certeza, de creer, una fe genuina, una fe que pueda hacer hasta lo que Él hizo: levantar muertos.

MATEO 17, 14-20

Imagínense en el tiempo de Jesús y escuchan el comentar que Jesús sana, resucita a los muertos, hacer parar a los paralíticos, a los ciegos los hace ver, a los sordos los hacer oír, bueno en infinidad y entonces toda la muchedumbre al pie de Jesús y en ese momento le traen aquel muchacho porque sus discípulos no pudieron sanarle y Jesús reprende fuerte a sus discípulos y al pueblo, y en ocasiones nosotros decimos…nooo…yo tengo la fe… y en el momento del problemita y ahí nos quedamos.

Dios nos quiere explicar a través de la montaña, que es un símbolo, que es algo que está deteniendo la bendición de Dios, la montaña es un símbolo, es lo que está deteniendo el progreso, o una enfermedad que se nos presenta y nosotros de una vez nos “echamos a morir” y no buscamos mas de Dios sino que nos quedamos encerrados y no batallamos. En ocasiones es to se vuelve una montaña tan grande y nos bloquea, nos pone de brazos cruzados y Dios nos dice: ojo! generación perversa, para algunas personas la montaña es una noticia fuerte y decirle que se va a morir; pero aquel que dio su vida por cada uno de nosotros aquel que hace mas de dos mil años fue al Gólgota y dio la vida y derramó su sangre y entregó su propio ser, para que cada uno de nosotros tuviera libertad, tuviera lo que hoy somos y lo que hoy tenemos.

Dios quiere que nosotros escavemos la montaña, la atravesemos y veamos la tierra prometida que Él tiene para nosotros, que tengamos la bendición que Dios quiere para cada uno de nosotros y nosotros como somos de mucha fe pero de poco creer, de poco actuar entonces nos quedamos en nada y es mucha la fe que tengo que hasta podré decir: “así de grande que  soy, así de grande es la fe”, una cosa es tener fe, otra cosa es creer, otra cosita que va junta con el creer es obedecer y el hacer. Apliquen esto en sus vidas: “Tener Fe, creer, obedecer y hacer”, esto para llegar a tener una fe. La fe esta puesta en nuestro corazón porque creemos en un Dios que lo puede hacer todo y “la fe es tan grande que te alabo y te bendigo que voy a misa y salgo y después voy a que me lean las cartas, el chicote, etc.”, esa es la fe de unos y la fe de otros: “Señor te creo, te alabo, te alabo, te alabo, te alabo…” y que da en solo en palabras y vino el problema y se quedo ahí. Dios quiere de nosotros es esa fe viva, genuina, una fe que pueda trasladar montañas y si Dios te dice hoy: tu ya no estás enfermo! Que debes de hacer?, creer y empezar alabar a Dios, pero empiezan “ ay es que me duele la columna, ay, ay, ay…” Dice el Señor: “Yo te sano de tu columna” y respondes: “ay, ay, ay…amén”, entonces lo que debo de hacer es creer. La fe es la certeza de creer en lo que no se ve, esa es la fe.

A nosotros nos pasa que nos volvemos amargados, nos volvemos cacatúas, la palabra de Dios dice sean mansos como las palomas y astutos como las serpientes, pero algunos se pasan de serpientes. Hoy el Señor dice tu fe es puesta en Dios y no en el hombre, por eso el Señor en la ultima cena da a conocer la Santa Eucaristía y el poder tan grande cual tiene en Él, que si yo le buscara de todo corazón, creyendo y teniendo la certeza de que así es, tenlo por seguro de que Dios lo hace todo en la Santa Eucaristía y quien no la ha recibido mire a ver como la recibe porque no saben de lo que se están perdiendo.

Dios lo que quiere decirnos es que le digamos al problema o la situación que estamos pasando: ¡Montaña quítate de ahí y échate al mar! Pero creyendo, obedeciendo y haciendo, eso es lo que quiere Dios, quitar la montaña o problema que hay en ese momento, no es teniendo miedo es ordenando: ¡Te ordeno montaña quítate de ahí y échate al mar!, ordenándole con fuerte y firme voz. Aun también Dios quiere que le hablemos a esa situación y que le digamos ¡Situación quítate de aquí y échate al mar! ¡Quítate deuda de aquí y échate al mar!. Por fe decirle, hablarle, porque el Señor me lo da a conocer en el mover de la montaña.

1 REYES 17, 15-16

El profeta Elías va a la casa de aquella mujer y solo tenían de comer un poco de harina y un poco de aceite y estaba en el monte recogiendo la leña para poder hacer un pan para ellos comer y después morir, pero Elías dice: el Señor me ha enviado y me ha dicho que no les faltará, ni se les acabará la harina ni el aceite, hasta que vuelva llegar. Y así Dios lo dice porque es un Dios que nos ama, ni la harina ni el aceite se acabará y nosotros debemos de hablarle a la lacena de nuestro hogar, debemos de hablarle y decirle ¡en el nombre de Jesús se llene! Y no es que mágicamente como la lámpara de Aladino aparezca, pues no, acordémonos que Dios nos regala los medios, pero no para malgastarlos sino para hacer buen uso de ellos. Él es Dios todo poderoso y le vamos a ver como nunca en nuestra vida. Y en ocasiones vemos que la gente antes montaba en burro y ahora monta su avión, porque han creído en la fe y han tenido la certeza y han creído en lo que no se ve. Veíamos que antes andábamos en chocatos ahora es puro “Nike”, acordémonos que el que no cree no lo ve, pero el que cree lo ve y deben ustedes como padres de familia que sus hijos ya están finalizando el año entonces declaran: yo te declaro como hijo de Dios que vas a sacar las mejores notas, y algo tan hermoso que Dios a nosotros en el bautismo nos regala tres promesas:

1.    Ser profetas.
2.    Sacerdotes.
3.    Reyes.

Y yo como profeta declaro sobre ustedes la grandes bendiciones, declaro que la enfermedad que hay en ustedes ya no existe, declaro que la mentira y la ceguera de Satanás que los tenía  ya no se encuentra en ustedes, declaro sobre ustedes que aquellos hijos que se habían ido de casa, vuelven a casa; declaro sobre ustedes que todos sus hijos, amigos y conocidos serán buenas personas, serán conocidos, serán abogados, licenciados, científicos, tendrán vocaciones sacerdotales, religiosas. Yo como profeta declaro que sus hijos no servirán para el mal sino siempre para el bien y declaro como profeta que llegará el triunfo sobre vuestros hogares y las lacenas llenas de provisiones, yo hoy profetizo sobre cada uno de ustedes la gran bendición que Dios quiere para ustedes. Yo hoy como profeta declaro sobre ti que no te sacarán de donde estas porque Dios ha prometido la abundancia, la gracia y ha dado la certeza de que está contigo, el es tu defensor y dador, nada te faltara y nada te hará daño porque Él es todo para ti. Declaro sobre ustedes hijos de Dios bendiciones, libertad y santidad sobre vuestros hogares, declaro sobre ustedes como profeta que el trabajo que no tenían lo tendrán y que aquellos hijos que estaban descarriados volverán al redil del amor de Dios, volverán a estar en el pastoreo del amor de Dios, yo declaro sobre aquellos que no han podido tener la dicha en estos días de tener a su madre viva yo declaro en vuestros hogares la presencia de la Madre de Jesús acompañándoles y bendiciéndoles. Yo declaro sobre ustedes como profeta que los que están enfermos en casa hoy el sacrificio que cada uno de ustedes está haciendo lo está recibiendo en esta noche, pero como ahora les he profetizado no se vayan a quedar de brazos cruzados, los que no tienen trabajo a quedarse en la casa esperando: “ya me profetizaron allá, entonces me voy a quedar hasta que me llamen”, no, empiecen a buscar medios y averiguar y pasar hojas de vida, despiértense es sobre usted quien está la bendición, toque puertas, toque siempre la puerta de Dios y estará siempre abierta para ustedes. En ocasiones nosotros le tememos a Dios y dudamos de Dios y no le creemos y Dios nos dice hoy crean, crean, crean porque lo que van a recibir es en abundancia lo que van a recibir es grande, lo que van a recibir es en santidad y es bueno para cada uno de ustedes.

Hay que ser como la viuda en la fe, ella creyó, obedeció e hizo lo que el profeta le había dicho y por eso en muchas ocasiones a ustedes se les dice y no hacen caso de lo que se les está diciendo, piensan que es mentira, que es burla, que es falsedad, se le dice crea, hay que tener fe y certeza, tener convicción en el amor de Dios.  El único poder es el de Dios y no debéis creer en las patrañas de Satanás y por eso hoy como profeta declaro sobre ustedes libertad en el nombre de Cristo Jesús, son libres en este momento de todo maleficio, atadura, podredumbre, toda maldad de Satanás y echo fuera en el nombre de Jesús. Amén. Pongan sus ojos en Cristo y no en la crisis que usted esté pasando, Cristo les puede ayudar en cambio la crisis no, ponga sus ojos en Dios.


MENSAJE DE LA BELLA DAMA DEL CIELO:

Hijitos míos, hijitos de mi corazón no estén tristes que yo os bendigo como familias de Dios y digo en este momento que ni el poder de la tinieblas tendrá autoridad sobre ustedes, porque en este momento lo aplasto con el poder de Dios Padre, de Dios hijo y de Dios Espíritu Santo, sean libre ustedes hijitos míos yo hoy lo digo y lo declaro.

Hijitos míos reciban bendición grande del cielo, reciban la abundancia que Dios les quiere dar en sus hogares se mostrarán grandes prodigios, en sus hogares estarán las puertas del cielo abiertas, en sus hogares Dios se glorificará, en sus hogares verán un nuevo amanecer en Dios, ya no hay ningún demonio, ninguna enfermedad, porque yo he desautorizado en este momento, su hubiera en vuestros cuerpos no deben de tener miedo porque yo estoy con ustedes y si yo estoy con ustedes quien contra ustedes. No hay nada que temer, si yo estoy con ustedes, sus hogares serán bendecidos, bendigo a todos los que son donadores, a todos los que promueven y dan sus ofrendas de todo corazón, bendigo sus lacenas y sus quehaceres, bendigo en este momento esto que han donado para el embellecimiento del amor de Dios.

Hijitos míos, hijitos de mi corazón les amo y les bendigo, estoy con cada uno de ustedes, no teman porque a vuestro lado estoy, deben de orar mas hijitos míos, oren, nuevas tormentas se desatarán, diluvios grandes se mostrarán y un estremecer de la tierra y volverá a pronunciarse una montaña de humo, aun también las naves que han enviado y las que están aquí que se trasladan de un lado a otro caerán, las naves que van por encima  y debajo de las aguas se hundirán. Hijitos míos debemos de orar por ellos, debemos de orar, habrá más neblina en las madrugadas y serán como si la nieve estuviera cayendo. Hijitos míos a Dios no se le miente, a Dios se le respeta y se le ama, a Dios se le quiere y se le tiene por encima de todo y quien teme de los mensajes que se están dando es porque su conciencia no les deja en paz.

Hijitos míos Yo os bendigo y me alegra mucho compartir con ustedes, in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amén, les ama vuestra Madre.