IMPACTO DEL INMACULADO CORAZON
Cuanto os amo y Cuanto os bendigo, hijitos yo siempre estoy con ustedes, soy vuestra Madre, soy Vuestra Amiga, soy Vuestra Señora de la Visitación y siempre estaré con cada uno de ustedes.
Hijitos míos, Hijitos míos niños de mi corazón os bendigo a todos ustedes, yo os amo, yo os bendigo, yo os guardo bajo mi manto celestial. Hijitos míos no teman, no teman hay gran luz de gozo, de júbilo en el cielo para ustedes; hijitos míos el cielo esta alegre el cielo se alegra Dios es Santo y Poderoso, Santo es su nombre y Santo en su misericordia y Santo en todo lo que es en sí, todo un Dios.
Hijitos Dios os ha anunciado a la humanidad entera que debemos de estar preparados, preparémonos hijitos pequeños de mi corazón preparémonos a lo que se avecina, oremos, pronto en parte del planeta se podrá ver la oscuridad y en otra parte el cielo se pondrá muy rojo como sangre; oremos hijitos, os anuncio, os anuncio; oréis, oréis por la santa madre iglesia, por los santos sacerdotes que quedan, por aquellos hijos predilectos del amado Dios, oremos por ellos, por los que están en las iglesias predicando y no practican del amor de Dios. Oren hijitos míos por los que mandan a callar a sus más pequeños, oren hijitos míos porque hasta el mismo y Santo Padre es una víctima de todo ello, oren, oren, oren, al santo corazón de mi amado Jesús por todo ello, os pedía el perdón y la gracias, os pedía el perdón y el amor, os pedía el perdón de la amistad, hijitos míos no sabéis que yo soy vuestra defensora, no sabéis que yo soy vuestra amiga, no sabéis que yo estoy en cada uno de ustedes yo soy hijitos míos vuestra señora de la Visitación y hoy visito cada alma, cada cuerpo, cada familia, cada santa empresa, cada trabajo, personalmente a cada uno de ustedes, yo soy quien los bendice, yo soy hijitos míos la que os tengo guardaditos en mi Santo e Inmaculado Corazón.
Hijitos míos, mi niños, mis pequeños, oren, nuevamente os bendigo. Hijitos míos, mis dulces amores de Dios en esta hermosa noche os anuncio que muchas cosas cambiaran, oren hijos míos, oren, yo estaré siempre con ustedes, yo estaré siempre a vuestro lado y hacia donde soplen los vientos y hacia donde soplen las mareas yo hijitos míos siempre estaré con ustedes.
Tened mucha fuerza y mucho valor, hijos míos sonreíd siempre al buen Dios y todo lo que hace lo hace para fortalecer vuestra santa fe para fortalecer vuestras gracias en su amor y así poder crecer en santidad en el amor santo de Dios.
No se preocupen por los que hablen de ustedes, no, no se preocupen por los que maldicen, no, acaso ustedes no creen en un Dios todo poderoso, acaso ustedes no están en mí y yo en ustedes, acaso yo no soy vuestra defensa en el nombre de Cristo mi amado Jesús, cada vez que hablan de ustedes acordaos hijitos míos que son la purificación de vuestros pecados y así mas rapidito estaremos en el cielo, a lo mejor cada vez que hablen de ustedes es porque tú eres importante o es que no ven la fama de Jesús cuando lo hablaron, cuanto no dijeron que era hasta el mismo Belcebú. Sonrían a todo y den gracias a Dios porque hay muchos que lo recuerdan aunque sea para causar dolor, no importa, no interesa porque Dios está en ustedes y ustedes deben de guardar tesoros en el cielo no en la tierra, porque su fama no debe ser tan intachable; también, deben de tener fortaleza en la adversidad. Yo os bendigo y os cubro con mi manto y aunque algunos no crean de los muchos que se encuentran aquí de lo que se ha vivido en estos días yo los bendigo y os doy un consejo que tan solo con la fe puesta en Dios pueden mirar hasta los más profundo secretos de Dios, sin fe no podéis hacer nada porque solo serán bagazo que se le lleva a los animalitos y tienen que ser triturados para saber para qué van a servir; pero, hay otros aquí que os bendigo también que sin haber visto creen que yo he venido a visitarles a este lugar y que se han enamorado de ese Dios como lo he deseado que se empiecen a enamorar y encontrar en esa gracia que ustedes deben de cuidar y mantener sus corazoncitos, pidan la gracia del espíritu Santo todos los días, pidan la gracia del espíritu Santo todos los días para que puedan ver en la fe y el amor de Dios.
Hijitos míos Dios devuelve de todo lo que ustedes den, Dios devuelve, porque Dios no se queda con nada, Dios todo lo regala y lo da y así como muchos de mis instrumentos en el planeta han callado, así sucederá con este, con el cual ustedes vienen cada ocho días y tendrá que obedecer porque yo soy quien le pido.
Os bendigo a cada uno de ustedes, in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen
